La mayoría de los países analizados ya están desarrollando o tienen previsto desarrollar medidas especiales para hacer frente a la situación en el marco de los Fondos EIE y otros fondos de la UE (en particular el FEAD), complementadas en la mayoría de los casos con medidas financiadas con recursos nacionales (a nivel nacional, regional y local).
EURoma publica los primeros resultados de un proceso de consulta realizado entre sus países socios[1] sobre cómo están utilizando o planean utilizar los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Fondos EIE) para abordar el impacto particularmente negativo que está teniendo la urgente y compleja crisis de la COVID-19 en las comunidades marginadas tales como la población gitana.
El documento publicado ofrece una instantánea de la situación en las fases iniciales de la crisis (hasta finales de abril) y se actualizará periódicamente con los hallazgos del proceso de consulta que EURoma llevará a cabo de forma continuada con el objetivo de hacer el seguimiento de los últimos acontecimientos y ampliar la información disponible. Aunque se centra principalmente en la utilización de los Fondos EIE, también incluye información relativa a otros fondos de la UE (principalmente el Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados, FEAD), así como a medidas relacionadas con los fondos a nivel nacional (nacional, regional y local).
Contexto
Las personas gitanas están sobrerrepresentadas entre las más vulnerables de la Unión Europea (UE) y, por lo tanto, sufren de manera más desproporcionada el impacto negativo de cualquier crisis, incluido el actual brote de Coronavirus (COVID-19). Esta crisis ha puesto a amplias capas de la población gitana europea en una grave situación de vulnerabilidad, indefensión y desprotección en lo que respecta al disfrute de sus derechos fundamentales.
Ante esta situación de emergencia, es necesario movilizar todas las herramientas políticas y financieras disponibles para introducir medidas de emergencia que contribuyan a prevenir, evitar y aliviar el impacto negativo de esta crisis sanitaria, económica y social en las personas más afectadas por la pobreza, la exclusión social y la marginalidad, como es el caso de una gran parte de las personas gitanas en toda la UE. Por su naturaleza y características (tales como su apoyo a largo plazo y a gran escala), los Fondos EIE son instrumentos financieros clave para hacer frente a situaciones de gran complejidad como esta.
La Comisión Europea ha pedido la movilización de fondos de la UE, incluidos los Fondos EIE, en los diferentes instrumentos propuestos en los últimos meses para contrarrestar los efectos de la crisis de la COVID-19 y ha adoptado una amplia gama de medidas para promover y facilitar su uso. Entre ellas, las «Iniciativas de Inversión en Respuesta al Coronavirus» (IIRC y IIRC+), que introducen una flexibilidad sin precedentes para permitir la plena movilización de los fondos no utilizados en el marco de los Fondos EIE.
El instrumento de recuperación temporal «Next Generation EU» también hace propuestas para una rápida actualización de las normas tanto de los programas de financiación del actual periodo de programación (2014-2020) como los del próximo (2021-2027). Como parte de este instrumento, la iniciativa REACT-EU facilitará 55.000 millones de euros de recursos adicionales para los fondos de la política de cohesión (FSE, FEDER y Fondo de Cohesión) y para el FEAD en el periodo 2020-2022.
Además, se han propuesto importantes enmiendas al Fondo Social Europeo Plus (FSE+) como parte de Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 presentado el 27 de mayo. Por último, los Comisarios Helena Dalli (Igualdad), Stella Kyriakides (Salud y Seguridad Alimentaria) y Nicolas Schmit (Empleo y Derechos Sociales) enviaron una carta a los ministros competentes de cada Estado miembro en la que subrayaban la necesidad de adoptar medidas específicas para los grupos vulnerables, incluida la comunidad gitana, en el contexto de la crisis de la COVID-19.
El Parlamento Europeo también aprobó medidas urgentes para mitigar el impacto del Coronavirus, que, tras la aprobación oficial del Consejo Europeo, se publicaron en el Diario Oficial el 31 de marzo y entraron en vigor el día siguiente.
Principales hallazgos
La mayoría de los países que participaron en el proceso de consulta prevén medidas especiales relacionadas con los fondos de la Unión Europea, en particular los Fondos EIE, para abordar el impacto especialmente negativo de la COVID-19 en las personas más vulnerables tales como la comunidad gitana.
En algunos casos, se trata de modificaciones/enmiendas directas por parte de los beneficiarios de los Fondos EIE (de acuerdo con las últimas propuestas de la Comisión Europea para contrarrestar el impacto de la crisis); en otros, de la adopción de nuevas medidas enmarcadas en convocatorias específicas lanzadas en el marco de los programas de los Fondos EIE. Además, algunos países socios comunican medidas financiadas con fondos nacionales, en combinación o no con fondos europeos/Fondos EIE.
Si bien la recopilación de la información correspondió con las fases iniciales de la crisis y todavía había mucha incertidumbre en cuanto a la adopción de medidas y/o aspectos concretos de su desarrollo, ya pueden observarse algunas tendencias. Entre ellas:
- El uso de un enfoque general para las medidas destinadas a la población gitana, optando por medidas abiertas a las personas con necesidades en general (que en muchos casos ni siquiera mencionan explícitamente a las personas gitanas) y enfoques territoriales, dirigidos a las zonas más desfavorecidas (asentamientos) y/o a las zonas marginadas y socialmente excluidas (barrios). Queda por ver de qué manera los países/programas operativos que utilizan estas estrategias generales consiguen que las medidas adoptadas realmente beneficien a las personas gitanas.
- El predominio del Fondo Social Europeo (FSE) y del Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados (FEAD), seguidos por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) en menor medida.
- La tendencia a enmarcar las medidas especiales previstas con el FSE (ya sean nuevas o adaptaciones) dentro de las mismos Objetivos Temáticos (OT)/Prioridades de Inversión (PI) que ya se utilizaban para las medidas destinadas a la población gitana, ya sea la PI 9 (ii) u otras, en particular la PI 9 (i), con sólo unas pocas excepciones.
- La intención de utilizar la posibilidad ofrecida por la Comisión Europea – Iniciativa de Inversión en Respuesta al Coronavirus (IIRC)- para financiar estas medidas con fondos no utilizados, pero no la posibilidad de solicitar a la Comisión una cofinanciación del 100% para estas intervenciones.
- La prevalencia de dos áreas de apoyo: información y apoyo en el ámbito sanitario (por ejemplo, atención primaria) y la distribución de alimentos y artículos de primera necesidad.
- El predominio de medidas con una dimensión territorial nacional (en algunos casos complementadas con medidas a nivel regional y/o local) y una gestión a nivel nacional para los fondos de la UE/Fondos EIE.
Ahora que lo peor de la crisis sanitaria ha pasado, es hora de movilizar plenamente los Fondos EIE y utilizar todo su potencial para corregir las graves consecuencias a nivel social y económico y contribuir a la compleja recuperación que tenemos por delante. Las diferentes iniciativas adoptadas por la Comisión Europea en los últimos meses ofrecen numerosas posibilidades para maximizar su potencial. En este sentido, también es esencial pasar de las medidas únicamente relacionadas con la salud y la cobertura de las necesidades básicas a otras áreas de apoyo que son fundamentales para mantener y promover los cambios estructurales, tales como el empleo o la educación.
Más información
Para más información, consulta Instantánea de EURoma: uso de los Fondos EIE para abordar el impacto de la crisis de la COVID-19 en la población gitana
[1] Este documento recoge las aportaciones recibidas de once países socios de EURoma (de un total de quince): Bélgica, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, España, Finlandia, Grecia, Hungría, Italia, Portugal y República checa.